sábado, 25 de febrero de 2017

Visita a Hospital de Sant Pau en Barcelona


El viernes 24 de febrero visitamos el Hospital De Santa Pau de Barcelona.  Acompañado de mi amiga Anna.
Queremos dejar consrtancia de nuestro recuerdo a todas aquellas personas anónimas que con su esfuerzo, con su mano de obra, fueron y han sido, los verdaderos artífices en la construcción de este proyecto, maestros de obra, albañiles, picapedreros, yeseros, etc.

La visita la iniciamos en la Iglesia de del Hospital de la Santa Creu y de Sant Pau.

La iglesia modernista forma parte del gran conjunto hospitalario diseñado por Domènech i Muntaner y finalizado por su hijo, Pere Domènech.
La primera piedra es del 1923 y termina en 1926.
De estructura ágil, parece que el arquitecto se inspiró con Santa María del Mar. Es un edificio de grandes dimensiones con grandes columnas de obra vista, cenefas de baldosa de cerámica y un Viacrucis de mosaico.







San Pablo, el conjunto modernista más grande del mundo, es un espacio para descubrir. El programa de visitas permite conocer de cerca la obra más importante de Lluís Domènech i Montaner y el resultado de uno de los procesos de rehabilitación más destacados de los últimos años. En el Recinto Modernista, la unión de historia y arquitectura traslada al visitante a principios del siglo XX, en los años en que Barcelona experimentaba su mayor desarrollo urbanístico.

Durante la visita se hace un recorrido por la evolución de una de las instituciones sanitarias más antiguas de Europa. También se explica cómo fue diseñado y construido el Recinto Modernista y qué uso tiene actualmente como centro de conocimiento de renombre internacional.
La visita comienza en el espacio expositivo del Pabellón de la Administración.
Un vídeo, una mesa interactiva y otros elementos introducen al visitante en la importancia patrimonial y artística del conjunto monumental, la evolución histórica de la institución y su aportación a la medicina.
A través de la red de túneles subterráneos que conectan los diferentes edificios se accede a los jardines. Desde aquí, se puede disfrutar de la belleza exterior de todas las edificaciones.
Cúpulas, cubiertas, fachadas, esculturas y vitrales son los elementos más destacados.
Paseando por este magnífico entorno accede al Pabellón de San Rafael, donde se puede contemplar su interior tal y como se concibió a principios del siglo XX.
También se puede acceder al vestíbulo del Pabellón de la Administración y visitar el Pabellón de Sant Jordi, un espacio rehabilitado que acoge exposiciones temporales.

Después de acoger durante un siglo las instalaciones del Hospital de la Santa Cruz y San Pablo, a raíz del traslado de la actividad sanitaria al nuevo hospital, un ambicioso proceso de rehabilitación ha permitido recuperar el valor patrimonial y artístico del Recinto Modernista de Sant Pau, obra del arquitecto Lluís Domènech i Montaner.

Gracias a esta transformación, el Recinto Modernista ha convertido en un nuevo espacio de referencia de la ciudad de Barcelona en el que conviven la historia y la innovación.
San Pablo acoge un centro de conocimiento formado por instituciones líderes en los ámbitos de la sostenibilidad, la salud y la educación, entre otros. Estas organizaciones desarrollan en el Recinto Modernista sus propios programas y proyectos, y también emprenden iniciativas conjuntas con el objetivo de aportar respuestas a los retos de la sociedad del siglo XXI.
 La restauración de los pabellones modernistas, declarados Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1997, también ha permitido el desarrollo de un programa cultural que tiene como objetivo principal la puesta en valor de este tesoro del modernismo europeo.

 La figura de Lluís Domènech i Montaner y su aportación al movimiento modernista, así como el valor patrimonial e institucional de San Pablo y su aportación a la medicina son las piezas clave. Además, la recuperación del conjunto modernista ha convertido parte del Pabellón de la Administración en un centro de reuniones y eventos. Con una capacidad para más de 600 personas, los espacios de la Administración son un emplazamiento emblemático y único para celebrar reuniones corporativas, cursos, congresos, presentaciones, etc.

 El Pabellón de la Administración también acoge el Archivo Histórico del Hospital de la Santa Cruz y San Pablo , uno de los fondos documentales hospitalarios más importantes que se conservan en la actualidad, el cual abarca obras y documentos históricos desde el siglo XV al XX.
 El Recinto Modernista de Sant Pau es propiedad de la Fundación Privada Hospital de la Santa Cruz y San Pablo, formada por el Cabildo Catedralicio, el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat de Cataluña.

El órgano de gobierno de la institución, creada en 1401, es la Muy Ilustre Administración .

 El Hospital de la Santa Cruz y San Pablo nace en 1401 de la fusión de los seis hospitales que había en ese momento en Barcelona. El Hospital de la Santa Cruz, como se le llamaba en esta primera época, se ubicó en pleno centro de la ciudad, en el actual barrio del Raval, en uno de los edificios más importantes del gótico civil catalán. A finales del siglo XIX, el crecimiento demográfico de Barcelona y los avances de la medicina hicieron que el Hospital quedara pequeño. Por ello se planteó la construcción de un nuevo edificio.
Gracias al legado del banquero Pau Gil, el 15 de enero de 1902 se colocaba la primera piedra del nuevo centro hospitalario, diseñado por Lluís Domènech i Montaner.
La inauguración de las nuevas instalaciones no llegaría hasta el año 1930. Después de más de ocho décadas de actividad sanitaria al Recinto Modernista, el Hospital de la Santa Cruz y San Pablo se trasladó en 2009 a unas nuevas instalaciones construidas en el extremo noreste del conjunto arquitectónico. Comenzaba así una nueva etapa para los pabellones históricos de Montaner.





El hospital medieval




A principios del siglo XV, la ciudad de Barcelona contaba con seis pequeños hospitales: el Hospital Desvilar o de la Almoina, el Hospital de Marcús, el Hospital de Colón, el Hospital Vilar o de San Matías, el Hospital de Santa Eulalia y el Hospital de Santa Margarita. Estas instituciones habían sido creadas por órdenes religiosas o particulares, y pese a que dependían del Consejo de Ciento o del Capítulo de la Catedral, casi todos sus ingresos provenían de la caridad de la ciudadanía. A principios de 1401, las dificultades económicas de buena parte de estos centros llevaron al Consejo de Ciento y el Capítulo Catedralicio acordar la construcción de un nuevo y único hospital resultante de la unión de estos seis centros sanitarios. Así se pretendía mejorar la administración y gestión de las rentas. La medida fue ratificada el 5 de septiembre de ese mismo año por medio de la bula del papa Benedicto XIII, quien autorizó la constitución del Hospital de la Santa Cruz. El nuevo centro, uno de los más antiguos de Europa y del mundo, fue ideado como un edificio de grandes dimensiones, con cuatro alas de estructura rectangular, dos plantas de altura y dispuestas alrededor de un patio, siguiendo el modelo de los claustros eclesiásticos. El rey Martín el Humano presenció la colocación de la primera piedra del edificio, el 13 de febrero de 1401. Las obras terminarían en 1450. Posteriormente, en el siglo XVIII, el edificio se amplió, y durante el siglo XIX y principios del XX hacerse intervenciones menores. El Hospital de la Santa Cruz estuvo dirigido desde su fundación por la Muy Ilustre Administración (MIA), un órgano en el que tenían representación dos canónigos y dos ciudadanos seglares elegidos, respectivamente, por el Capítulo Catedralicio y el Consejo de Cien. Los ingresos de la institución continuaron dependiendo de limosnas, donativos y legados de particulares. Por eso dos personas, un eclesiástico y un laico, se encargaban directamente del control de las rentas. Con el paso de los años, el Hospital incorporó a sus fuentes de financiación diversos privilegios concedidos por reyes y papas, entre los que cabe destacar, a modo de ejemplos, el privilegio de heredar los bienes de las personas que morían sin testamento o descendencia legítima (1418) y el privilegio de las comedias (1587), por el que Felipe II otorgó al Hospital el derecho exclusivo de las representaciones teatrales en Barcelona. El Hospital de la Santa Cruz fue durante más de cinco siglos el gran hospital de la ciudad de Barcelona y su provincia. La actividad de caridad del Hospital iba más allá del cuidado de los enfermos, ya que hasta finales del siglo XIX también desarrollaba una importante labor de acogida y formación de los niños huérfanos. La contribución a la evolución de la medicina fue capital. La actividad sanitaria del Hospital de la Santa Cruz propició la creación del Real Colegio de Cirugía, semilla de la futura Facultad de Medicina. De hecho, a partir del siglo XIX el Hospital se convierte en el centro de una importante actividad docente y científica que lo convirtió en un centro hospitalario de primer orden, situándose al mismo nivel de los grandes hospitales europeos que se comenzaban a construir en entonces todo el continente. En esa época, sin embargo, el edificio gótico del Raval empieza a manifestar síntomas de fatiga. Después de cinco siglos de actividad ininterrumpida, el Hospital de la Santa Cruz ya no podía responder al crecimiento de la ciudad de Barcelona y los constantes avances de la medicina. La construcción de un nuevo hospital se hacía del todo necesaria.



El hospital modernista


Los últimos años de actividad del Hospital de la Santa Cruz coinciden con el advenimiento de la gran transformación urbanística de Barcelona: el desarrollo del Plan Cerdà y la construcción del Ensanche. Es en este contexto de expansión más allá de las murallas cuando muere, 1896, Pablo Gil y Serra, un banquero catalán residente en París. Gil establece en su testamento que su legado se destinará a la construcción de un nuevo hospital en Barcelona. Entre las indicaciones que establecía, Gil pedía que el nuevo centro debía reunir las más avanzadas innovaciones desde un punto de vista tecnológico, arquitectónico y médico, y que debía ser erigido bajo la advocación de San Pablo. Así surgió el Hospital de la Santa Cruz y San Pablo. El acuerdo de la Junta del Hospital de la Santa Cruz y los albaceas de Pau Gil hicieron posible la construcción de este nuevo hospital en unos terrenos de la Santa Cruz situados a medio camino entre Gracia, Horta, Guinardó y Sant Martí de Provençals. Para la construcción del nuevo hospital se convocó un concurso al que se presentaron tres propuestas diferentes. Ninguna de ellas, sin embargo, fue escogida. El proyecto fue encargado, finalmente, a Lluís Domènech i Montaner (1850-1923), gran figura del Modernismo catalán. El genial arquitecto se inspiró en los hospitales más modernos de Europa a la hora de concebir el encargo. Partiendo de las ideas higienistas, diseñó un hospital organizado en diferentes pabellones aislados, rodeados de jardines y conectados entre sí por una trama de túneles subterráneos. Aunque Domènech dibujó un proyecto formado por 48 edificios, finalmente sólo se construyeron 27. En líneas generales, Domenech crea una planta alrededor de dos ejes, uno vertical y otro horizontal, que conforman una cruz patada, emblema del antiguo Hospital de la Santa Cruz, a través de la cual se resumen y simbolizan la historia hospitalaria de Barcelona y los valores alegóricos de la Edad Media. En 1902 comenzaron a construirse los primeros doce edificios del conjunto siguiendo una trama urbanística diferente a la del Ensanche. Cada edificio estaba destinado a una especialidad diferente. La iluminación, la buena ventilación y la decoración de las estancias hicieron del Hospital de la Santa Cruz y San Pablo un espacio único en el mundo, un nuevo modelo hospitalario que introducía la importancia del espacio abierto y el soleamiento en el tratamiento de los pacientes. Después de la muerte del arquitecto, su hijo, Pere Domènech i Roura, se encargó de la ejecución de los trabajos en su etapa final. El rey Alfonso XIII inauguró el Hospital de la Santa Cruz y San Pablo 1930. Con los años, además de ser el hospital de referencia para la ciudadanía, Sant Pau ha convertido en un referente destacado del patrimonio y la cultura de Barcelona y Cataluña. En 1978 fue declarado Monumento Histórico Artístico y en 1997 Patrimonio Mundial por la UNESCO. El incremento de la demanda sanitaria y el deterioro estructural de los edificios evidenciaron que el conjunto modernista no reunía las condiciones necesarias para mantener la calidad asistencial. Es entonces cuando comienza a plantearse la necesidad de construir un nuevo hospital, moderno y adecuado para la práctica médica contemporánea. Los edificios de Montaner habían llegado al final de su vida útil. El otoño de 2009, la actividad sanitaria se trasladó a un moderno edificio situado en la fachada noreste del conjunto. Así, el Recinto Modernista comenzaba una nueva etapa. Una rigurosa rehabilitación ha permitido poner en valor la obra de Domènech i Montaner, y hacer de San Pablo un centro de conocimiento de relevancia internacional y un nuevo referente cultural.

















Rehabilitación



El proceso de rehabilitación del Recinto Modernista de Sant Pau comenzó en el otoño de 2009, cuando la actividad sanitaria se trasladó al nuevo edificio del Hospital de la Santa Cruz y San Pablo. Después de 8 décadas de actividad asistencial, los edificios modernistas habían experimentado numerosas modificaciones arquitectónicas que habían afectado tanto a la estructura constructiva como a sus elementos ornamentales. Ante esta situación, en 2006 la Fundación Privada Hospital de la Santa Cruz y San Pablo encargó la redacción de un Plan Director para evaluar el estado de los pabellones y establecer una hoja de ruta para su rehabilitación.
La conclusión del documento apuntaba que el conjunto arquitectónico se encontraba en una situación crítica. Antes del inicio de los trabajos se creó la Mesa de Patrimonio. Este órgano, integrado por representantes de la gestión patrimonial de todas las instituciones que participan en el proyecto, asegura la necesaria coordinación institucional, define los criterios de intervención, asesora sobre la calidad de las intervenciones y su contratación y realiza informes para la Comisión Territorial del Patrimonio Cultural, entre otras actuaciones. La primera fase de actuación del proceso de rehabilitación incluye un área de trabajo de 29.517 m2 construidos, 31.052 m2 de espacio exterior, 12 pabellones y 1 kilómetro de galerías subterráneas. El presupuesto total del proyecto es de 100 M €, financiados por fondos FEDER, la Generalidad de Cataluña, el Gobierno de España, el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE), el Ayuntamiento de Barcelona, ​​la Diputación de Barcelona, ​​el Banco de Desarrollo del Consejo de Europa (CEB) y la Fundación Privada Hospital de la Santa Cruz y San Pablo. Todos los procesos de contratación están regidos por la Ley de Contratos Públicos.





El Recinto Modernista de Sant Pau recupera su valor patrimonial y arquitectónico para alcanzar dos objetivos fundamentales: dotar a los antiguos pabellones de nuevos usos vinculados a la atracción de organismos internacionales y hacer posible la apertura del conjunto en la ciudad con una propuesta turística de calidad. El Programa de Mecenazgo del Recinto Modernista se dirige a todas las personas, instituciones y empresas que deseen participar activamente en el proyecto, así como vincularse con su misión y valores. La participación de mecenas y promotores ha sido constante en iniciativas que han implicado una proyección de Barcelona y Cataluña en el mundo. Las grandes obras del modernismo catalán o la propia construcción del Hospital de la Santa Cruz y San Pablo, entre muchos otros proyectos relevantes para la historia de Cataluña, son una buena muestra. Ahora, el Recinto Modernista de Sant Pau necesita la implicación del mundo académico, cultural y de la sociedad en general para impulsar esta iniciativa de dimensión global. Para una entidad privada, asociar su imagen en el Recinto Modernista de Sant Pau y el centro de conocimiento que están conformando diversas instituciones internacionales puede aportar múltiples ventajas a nivel corporativo: Aporta valor añadido y fortalece la imagen de la compañía más allá de su entorno habitual. Permite el posicionamiento de la empresa respecto a determinadas demandas sociales, obteniendo notoriedad e imagen pública, creando sinergias con otras acciones de comunicación. Hace posible la implicación de la empresa en un proyecto que tiene como objetivo primordial la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos, y consigue implicación directa en los cambios sociales, potenciando el altruismo y la solidaridad de la sociedad. Abre la puerta a la participación en los valores del proyecto y permite reforzar los valores vinculados a la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) Permite formar parte de un proyecto que fortalecerá la imagen y proyección de la ciudad de Barcelona, ​​Cataluña y España ante el mundo. Favorece la presencia y visibilidad de las empresas en los espacios, actividades y / o materiales de comunicación que genere el proyecto de acuerdo con los niveles de contribución Más información: recintemodernista@santpau.cat





Fachada de la Iglésia de Santa Marta ubicada en la calle Riera de Sant Joan con la calle de La Avellana. Se trasladó al ser derruida por la apertura de la Via Layetana, piedra por piedra al Hospital de Sant Pau, en 1911.





Fotos: Anna Jorba Ricart